Paulina Mora.

Mis labios para tu cuello,

Tus manos para mi cintura,

Mis ojos para tu abdomen,

Tus besos para mi espalda,

Mis piernas para tus caderas,

Tus silencios para mis encuentros,

Mi lengua para tu comisura,

Tus ganas para comerlas,

Mi corazón para tu puñal,

Tus sueños para mi almohada,

Mi amor para tu olvido,

Y tu amor para mi recuerdo.

Los rotos (con Anne Sexton)

Todas las divisiones son mentira

salvo la que divide los cuerpos en dos

grupos incomprensibles entre sí.

Aquellos que se han roto y los que no.

Los rotos no pedimos demasiado:

que se nos quiera, sí,

que los que no han vivido la fractura

tengan paciencia

si mascullamos viendo las noticias

o hacemos el amor

con un poco de miedo.

Entenderás, entonces, ciertas cosas.

Por qué en casa las tazas no se tiran

y por qué a veces quiero

estar solo después de que suene un portazo.

Los ritos de los rotos, amor mío.

Ademanes que espero que no comprendas nunca.